
Huevos
Cuando empezamos a tener cambios en nuestra alimentación, ya sea para bajar de peso, mejorar estructura muscular, ejercitarse de cualquier manera ya sea baja o alta intensidad. Una de las primeras cosas que nos empezamos a enfocar en “reducir”, es el consumo de huevos en nuestra dieta diaria. Pero no lo evitamos por completo, lo que empezamos a reducir más que nada es el consumo de la yema del huevo.
Por qué lo hacemos? Porque desde años atrás, se nos ha dicho que la grasa es la que engorda, pero NO, no es así. Y se nos empieza a decir que si no queremos quitar de nuestra dieta el huevo, al menos debemos enfocarnos en quitar la yema (que de hecho es lo mas bueno y lo más rico en nutrientes), pero no solo por el hecho de que nos “hará engordar”, sino porque su colesterol nos hará contraer enfermedades.
Si, su contenido en colesterol es algo alto, pero no es lo que nos hará incrementar la cantidad de éste en nuestro cuerpo. Lo que lo desata, es la grasa saturada que llegamos obtener de productos lácteos con alto contenido de grasa o carne, ya que al momento de su consumo, el cuerpo empieza a producir por sí mismo colesterol.
Mantén tu consumo de huevo entero ya que en sí podrás obtener proteína de muy buena calidad y además la yema es rica en vitaminas y minerales que, creeme, lo necesitas a diario.

